Fatales las mujeres
tan siniestras como la guerra
tan frías y suculentas
ambiciosas de ser el regalo prometido
inocentes talvez no,
más talvez precedentes del martirio masculino
a lo mejor eran bellas al no meterse con la pasión
ellas tan inconstantes a la ilusión
frívolas o carnívoras da lo mismo sin compasión.
Desaparecer mujeres
resulta idóneo no esperarlas en los sueños
porque tenerlas parece ser el pecado mortal
fatales a lo mejor con corazón pero listas para pisotear sin perdón
así son las famosas rompeolas sin aire
talvez egoístas al instinto de ser siempre admiradas
codiciadas todavía por aquellos que les gusta el dolor
cansadas de ser siempre el gato que mata al ratón.
Por eso un hola y un adiós para ellas
mejor ser sapos o ratones que estúpidos poemas o canciones
ah! Ellas tan cansadas y serenas al pasaje de la vida
pero brutales amigos míos
y peor aún humanas por millón.
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