Un atardecer más en este elogio
bello como la locura
ésta que me lleva a una odisea
que no me deja pensar en algo ordinario
y a pesar de no ver el calendario
me he vuelto partidario de los dragones sin castillo
fantástico es estar viviendo en una divina comedia
y pensar que es más divina que comedia
ya que la comedia no es más que la vida sin trascendencia
y sin precedencia alguna de los problemas
éstos catalogados de intocables por la circunstancia
y sin constancia de ésta aseveración
me siento en la orilla a observar cien años de soledad
y contento de no estar y no ser
encuentro a mi atardecer más añejo que viejo
y le pregunto como está la teoría del conocimiento
aquella que a veces no encuentro cuando necesito saber
y entender que es lo que la vida me hace sentir en está quinta montaña
ésta en donde el ocaso es más cálido que el afecto
y sin más contexto estoy aquí en medio de la nada
esperándola con ansias para que me lleve a la estación de la luna
esa que por fortuna no esta llena de desilusiones
sólo espero que dure más que el rió a mis pies
así este atardecer paso a ser una noche simple con tabus,
y con filosofía te digo escotilla
ciérrate porque hace frió amiga mía.
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