Vuelvo y vuelvo al lugar cotidiano,
donde me encuentro mundano,
no se porque razón; no se porque corazón,
siempre encuentro al humano sensible,
infalible al exceso de emoción,
sincero siempre en el mismo agujero sin razón,
ya que no posee motivo o condición,
más que posible destino soñara ahora,
hacia que camino continuara la motivación,
es acaso que la excesiva ilusión sigue allí sin contemplación,
vaya que tonta reputación de aquel confuso soñador,
tratando de ampliar el cielo sin ventana,
pero la pregunta ¿Abra mañana?,
es la mas cercana a la cordura,
aquella que no es elogio; más talvez locura en el instante,
misma que siempre ha sido errante para el autor,
aunque sencillamente siempre exista nada más que el escritor,
cansado y ahogado por el estribor de la noche,
que no hace más que resumir que no hay derroche,
aun asi sigue aquí el infaltable cansancio,
rancio de no tener condición para volar,
y asi navegar por altamar hacia la paz,
que hoy se rescata tras vestidores en aquellos corredores,
donde todos esperan una oportunidad,
de encontrar el inmenso amanecer.
O.A.M.L
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