Demostrar al amigo la verdadera locura,
es la cerradura al destino,
ya que el sentimiento es una sensación vana,
que acaba siendo dolor, calor o pudor,
quién quisiera ser más que una simple armonía,
talvez no sea una pesadilla pisar la frontera del amor,
talvez es una constante realidad fugaz,
pero que pasto seria verde al murmuro de la cordura,
a lo mejor es la clausura lo que ahoga el fondo del ocaso,
acaso eres tú la verdadera inhibición del palpitar,
acaso podrías despertar a la morada cansada,
será que serás,
venas o quebraras pasos al andar,
quién amotinara la angustiosa sensatez y estupidez,
quién desperdiciara un credo en él,
aquel esperanto terminara al fin en tu finura,
o es acaso que aquella preciosa morirá en angel,
más que escrito revive al constructor,
como levantaran a los versos de aquel vino,
no queda más que teñir el muro que oscuro,
germina al musicalizar la pasión de volar;
de aquel fénix sin ventana.
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