Anonadado el fin del espectáculo de vida
compasión divina para aquellos que fueron palco,
gradas y bambalinas al destino patético
por no decir ético sin recurso
discurso odioso el de aquella mañana con aquella estrella
payaso aquel vestido con papel y pluma
que enamorado y destrozado ha quedado
y qué puede hacer el corazón consternado mas que morir por la razón
y ella sin una explicación a la decisión de ya no ser artista
él sin palabras al impacto sumiso de aquella tristeza impresa
todo acabó para los espectadores, y el aplauso, no llegó
más la melancolía actuó con las gotas pisoteadas
aunque nunca se publicó en los diarios
aquella escena irónica como el escritor
que aún espera el tiempo de morir humillado
como aquella mañana en que el libreto
lo hizo lo que hoy es, un tonto ilusionado, sin ideas
aquel que no ha entendido como aquellos espectadores
se aburrieron de su escritura
y nunca regresaron para imprimir aquella estrella
que cortó el espectáculo con su discurso del adiós
esperemos que el calendario deje de poner el 17
para olvidar y dejar de pensar en el escritor y su musa
que giró las manecillas del reloj para rechazar
al sincero poeta que tenia como única meta
ser constante amor.
0 comentarios:
Publicar un comentario